Me han realizado una ecografía abdominal y me han detectado pólipos en la vesícula, ¿es preocupante? ¿cómo debo actuar?
La detección de pólipos vesiculares, únicos o varios, en la vesícula biliar, es un hallazgo relativamente frecuente a la hora de la realización de una ecografía de abdomen, normalmente efectuada por un motivo totalmente distinto a la búsqueda o sospecha de una patología de la vesícula biliar y que no producen ningún tipo de sintomatología.
Habitualmente, se trata de formaciones de colesterol o colesterolosis, de pocos milimétricos, y que no suelen variar significativamente de tamaño a lo largo del tiempo. No obstante, se aconseja un seguimiento periódico para ver cómo evoluciona y si cambian de tamaño o no.
Los pólipos vesiculares menores de 10 mms requieren un seguimiento ecográfico anual, pudiendo diferirse aún más en el tiempo si se mantiene su tamaño en repetidos controles; si bien, al ser una técnica no invasiva podría permitir la detección de otras patologías adicionales en otros órganos, por lo que aconsejamos esta periodicidad.
Si en el transcurso del seguimiento, se observa la existencia de uno o varios pólipos que crecen de forma progresiva y superan los 10 mms, un cm, se aconseja la valoración quirúrgica para extirpar la vesícula biliar (colecistectomía).
En resumen, la existencia de pólipos vesiculares suele ser un hallazgo al realizar una ecografía abdominal por cualquier otro motivo, son asintomáticos, normalmente no cambian significativamente de tamaño, pero cuando superan los 10 mms se aconseja extirpar la vesícula biliar, por lo que es aconsejable un seguimiento ecográfico anual.
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