Cuando un paciente, por diferentes causas y patologías (muchas debido a enfermedades neurológicas tipo demencia senil), no puede alimentarse, hay que recurrir a la nutrición enteral a través de una sonda.
Una nutrición adecuada es la base de todo tratamiento. La sonda nasogástrica, la habitualmente empleada por su facilidad de colocación, se emplea en tratamientos que requieran nutrir al paciente durante un breve período de tiempo, pero no suele utilizarse a largo plazo o en tratamiento crónicos por sus inconvenientes e incomodidades.
En esto casos, cuando hay que nutrir al paciente de forma crónica, es preferible un tipo de sonda conocida como gastrostomía endoscópica percutánea (GEP o PEG de las iniciales en inglés). Consiste en la colocación de una sonda de alimentación directamente en el estómago por punción desde la piel bajo control endoscópico. Actualmente, es la técnica de elección para conseguir una nutrición adecuada a largo plazo. La PEG, además de permitir un soporte nutricional adecuado, no interfiere significativamente en las actividades cotidianas y de relación social del paciente, siendo un dispositivo discreto. Tampoco impide la alimentación ocasional, si fuese posible por las características del paciente. por boca. Además, hay que tener en cuenta que no es un proceso definitivo, si por cualquier circunstancia, se decide que ya no es necesaria, se puede retirar fácilmente.
