Un estudio reciente ha revelado que el uso de teléfonos inteligentes en el inodoro puede aumentar el riesgo de desarrollar hemorroides. Según los resultados de una encuesta realizada en pacientes que se sometieron a una colonoscopia de cribado, los usuarios de teléfonos inteligentes permanecen significativamente más tiempo en el inodoro que quienes no los usan, lo que se asoció con un aumento del 46 % en el riesgo de hemorroides. Estos hallazgos sugieren una relación potencial entre el uso prolongado del dispositivo en esta situación y la aparición de problemas anorrectales.
La investigación, de diseño transversal, incluyó a 125 adultos que completaron un cuestionario sobre sus hábitos de uso del teléfono en el baño, además de otros aspectos como el esfuerzo defecatorio, la dieta y el nivel de actividad física. Los diagnósticos de hemorroides se realizaron mediante visualización directa durante las colonoscopias, lo que aporta objetividad a los resultados. Las preguntas estaban diseñadas para cumplir con criterios validados como los de Roma IV para trastornos gastrointestinales.
Los resultados mostraron que el 66 % de los encuestados usaban el teléfono inteligente en el baño, y más de la mitad lo hacían con frecuencia. Estos usuarios también eran significativamente más propensos a pasar más de seis minutos por sesión en el inodoro, una duración notablemente mayor que la de quienes no usaban dispositivos móviles. Además, muchos de ellos reconocieron que el uso del teléfono contribuía a prolongar su permanencia en el baño, lo que podría favorecer el desarrollo de hemorroides.
Entre las actividades más comunes durante estas sesiones estaban leer noticias, usar redes sociales y enviar mensajes. Los investigadores concluyen que, aunque no puede establecerse una relación causal definitiva, estos comportamientos podrían tener un impacto en la salud anorrectal. Por ello, recomiendan realizar más estudios que profundicen en esta asociación y que evalúen posibles cambios conductuales para prevenir las hemorroides.