Algunas personas con hernia de hiato, incluso cuando esta es pequeña, pueden experimentar dificultades para tragar, lo que se conoce como disfagia. Aunque este síntoma no siempre se entiende bien, un estudio reciente ha revelado que podría estar relacionado con una mayor resistencia al paso del alimento por el esófago.
El esófago es el tubo que lleva la comida desde la boca hasta el estómago. Para que esto ocurra correctamente, el cuerpo realiza un proceso coordinado que empuja el alimento hacia abajo. En personas con hernia de hiato, este mecanismo puede alterarse. Los investigadores han detectado que, durante la deglución, se produce una presión mayor dentro del esófago al paso del alimento, especialmente en la parte media e inferior del mismo.
Este estudio se realizó con casi 200 pacientes y comparó su funcionamiento esofágico con el de personas sanas. Se usó una tecnología avanzada que permite medir con precisión tanto la presión como el movimiento del bolo alimenticio. Los resultados mostraron que, en quienes tenían hernia de hiato, el alimento pasaba con más dificultad y en menos tiempo a través del punto donde el esófago se une con el estómago.
En resumen, tener una hernia de hiato puede cambiar la forma en que el esófago trabaja, aumentando la presión durante la deglución y dificultando el paso del alimento. Este hallazgo ayuda a entender mejor por qué algunas personas con esta afección sufren problemas para tragar, y puede abrir nuevas vías para su diagnóstico y tratamiento sin necesidad de radiación.